Nombre/Latín
Achicoria / Cichorium intybus
La achicoria pertenece a la familia de las Asteráceas, la cual supera el millar de géneros y las 20.000 especies. Se reconocen porque sus flores se componen de cientos e incluso miles de flores pequeñitas, asemejándose a un girasol. En este mismo grupo se encuentran hortalizas de hoja como la lechuga, la endivia o la escarola, de flor como la alcachofa o de tallo como el cardo.
Forma: podemos encontrar dos variedades de achicoria muy diferentes en su aspecto. Una tiene las hojas verdes y delgadas con los bordes dentados y la otra hojas anchas, bordes ondulados y con cogollo.
Color: las hojas pueden ir desde un color verde claro hasta el rojo oscuro y todas ellas tienen una nervadura central blanquecina.
Sabor: las hojas tienen un ligero sabor amargo, acentuado en las externas más oscuras si se consumen crudas.
Variedades
Las especies de achicoria hoy en día se catalogan en:
Dentro de la achicoria de ensalada podemos encontrar:
El cicorino: es la más apreciada y cultivada en Italia, usualmente en primavera. Sus hojas tienen forma de roseta y son rojas o verdes.
Origen
El origen de la achicoria se sitúa en las regiones mediterráneas y, según los historiadores, ya era conocida y cultivada en el antiguo Egipto. También los romanos la utilizaban en crudo, cocidas o en infusión, por sus propiedades medicinales. En España no arraigó hasta los primeros años del siglo XX.
Valor nutricional y propiedades
La achicoria nos aporta muchísimas propiedades nutricionales:
Los beneficios que conseguimos al consumirla regularmente:
Usos culinarios. Qué hacer con la achicoria
La achicoria es una verdura muy fácil de preparar y sus hojas interiores son perfectas para una buena ensalada. Su ligero sabor amargo y su textura crujiente le dan un punto muy interesante a la ensalada y además es la mejor forma para aprovechar todas sus virtudes nutritivas. Si la acompañas con una vinagreta o una mayonesa, te ayudará a contrarrestar ese amargor tan característico de esta verdura.
También se puede servir cocida, gratinada, al horno, etc. Pero recuerda que en las cocciones perderá parte de sus vitaminas y de sus sales minerales. Para evitarlo te recomendamos cocerla en muy poca agua y aprovechar el caldo, bien para tomarlo bebido o para utilizarlo en otra receta.
Cuando la cocinamos al vapor no perderemos tantas vitaminas y sales minerales, ya que las verduras no están en contacto con el agua. Debido a esto, es una gran alternativa si no queremos comerla cruda.
Sea cual sea el plato que vayas a preparar no te olvides de limpiar las hojas a conciencia, así como de trocearlas justo antes de consumirlas. Eso sí, no las dejes mucho tiempo a remojo y así evitarás que se ablanden y pierdan vitaminas.
Cómo conservar la achicoria
Procura no conservarla exponiéndola a la luz, porque así conseguirás que su amargor se acentúe. Por esta razón, te recomendamos que la guardes en un lugar fresco, ventilado y sombrío, o bien en la parte menos fría de la nevera, dentro de una bolsa de plástico perforada para que pueda seguir respirando. Nunca en recipientes herméticos.
Esta verdura no soporta bien la congelación.
Su mejor temporada
Es una verdura de los meses de invierno y primavera.
Curiosidades