Nombre/Latín
Calçot / cebolla blanca (Allium Cepa L.)
Los calçots son una variedad de cebolla, más tierna y dulce, de tamaño similar al puerro que se cultiva tradicionalmente en la zona interior de Cataluña, especialmente en las tierras del Ebro y la comarca del Alto Campo. Es uno de los platos típicos de la gastronomía catalana, muy consumido a finales de invierno y primavera con salsa romesco.
Variedades
Las variedades ‘roquerol’, con un desarrollo temprano, y 'Montferri' más tardía son las más conocidas.
Origen
El calçot fue descubierto, a finales del siglo XIX por un payés que empezó a cocer en las brasas los brotes tiernos nacidos de una cebolla vieja cultivados especialmente para ser cocinados así. También fue él quien se inventó el aderezo o salsa romescu que aún comemos hoy en día.
Valor nutricional y propiedades
Abundan las vitaminas A, B, C y E, y son ricas en minerales y oligoelementos, como calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo.
Usos culinarios. Qué hacer con los calçots
Generalmente se asan directamente sobre llamas de sarmiento en parrillas amplias, preferentemente de doble cara para poder girarlos todos a la vez. Cocidos en su punto, la capa exterior de los calçots se carboniza, dejando el interior cocido y tierno. Una vez se ha asado una tanda, se envuelve en papel de periódico para conservar el calor, mientras se preparan los demás, hasta asarlas todas. Se llevan a la mesa, bien en el mismo paquete sobre una teja de cerámica, que ayuda a conservarlos calientes. También se pueden cocinar en el horno, encontrarás más recetas en nuestro apartado de recetas.
Cómo conservar los calçots
Si conservas los calçots en la nevera te pueden aguantar entre una a dos semanas.
Los calçots se pueden congelar tanto crudos como asados.
Su mejor temporada
Durante los meses de enero, febrero y marzo.
Curiosidades