Meter las acelgas en una olla a hervir y poner las patatas encima para poderlas sacar bien después. Poner en la olla poca agua y dejar que baje la válvula. También se pueden hervir en una cazuela normal.
Sacar las patatas a una fuente y aplastarlas con un tenedor para hacer puré de patatas (poner un poco de mantequilla y leche, un poco de sal y una pizca de nuez moscada, a elección).
Escurrir bien las acelgas en un escurridor.
En una sartén poner unos ajitos picados a freír y cuando estén dorados echar las acelgas bien escurridas. Mezclar bien.
Si tu sartén no se puede meter en el horno o no quieres gratinar, echas directamente el puré encima de las acelgas. Si no, tendrás que cambiar las acelgas a otro recipiente de horno y después echar el puré por encima.
Poner un poco de queso para gratinar (el que te guste).
Gratinar.
¡Y listo! Se pueden comer perfectamente sin gratinar, están también buenísimas.
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