Recetas:

Ajo blanco con uvas
Mayonesa casera de ajo
Pan de ajo
Sopa de ajo seca
Sopa de ajo con bacalao Zurrukutuna

Ajo

Ficha Técnica

Nombre / latín


Ajos, ajos frescos o ajetes tiernos / Allium sativum



El ajo pertenece a la familia de las Liliáceas, que abarca unas 3.500 especies de plantas herbáceas y árboles. Pertenece al género Allium, como las cebollas, las cebolletas, el cebollino y el puerro, ya que muchas de sus especies forman bulbos como los ajos.


Forma: tiene una raíz bulbosa redondeada, llamada comúnmente "cabeza de ajo", compuesta por entre doce o quince bulbillos o "dientes de ajo", envueltos en varias capas finas.

Color: los bulbillos son de color blanco o amarillento, cuando se les quita la piel muy delgada que los envuelve. Esta piel suele ser blanca o grisácea y a veces tiene manchas rojizas.

Sabor: Tiene un aroma fuerte que es perceptible a varios metros de distancia. También cuenta con un sabor amargo, picante y ácido, sobre todo si se consume crudo.



Variedades


Podemos distinguir, por su color y por su maduración, tres grupos de ajos:


  • Ajo blanco o común: es el más conocido, resistente y carnoso, más grande que el ajo morado. También es el que se suele consumir en seco y se reconoce por su sabor y aroma persistentes. Es la variedad que podemos encontrar en todos los países.

  • Ajo rosado o morado: el color de su piel es lo que le da este nombre. No se conservan muy bien. 

  • Ajete o ajo tierno: es la planta joven que aparece a finales del invierno y principio de la primavera y se utiliza mucho para elaborar tortillas y revueltos.

Origen


Las propiedades saludables del ajo como condimento y medicamento ya eran muy conocidas por los antiguos egipcios, hebreos, griegos y romanos. En la actualidad ya no se usa tanto terapéuticamente pero sí como condimento. Según los historiadores, el ajo procede de los países del centro de Asia, desde donde se propagó al área mediterránea y, de ahí, al resto del mundo. Hay evidencias de que el ajo ya se consumía en Egipto hace 5.000 años. 


Los comerciantes europeos ayudaron con la distribución, consiguiendo que el ajo se convirtiera en un vegetal básico en todo el mundo que servía para condimentar muchos platos. A finales del siglo XIX, los españoles lo introdujeron en el continente americano.

En los países del Mediterráneo se le conocía por el nombre latino de "alium", palabra de origen céltico que significa ardiente. Este término derivó a la palabra ajo en la mayoría de las lenguas latinas.
 

Según su época de maduración, se pueden encontrar ajos tempranos, conocidos como ajetes o ajos tiernos, y tardíos.



Valor nutricional y propiedades


Además de contener agua, proteínas y carbohidratos abundantes en fibra, el ajo posee una gran riqueza de vitaminas (B1B2B6B12ácido fólicoEC y A) y minerales (hierrocalciozincmagnesio, etc) y, además de todo esto, también podemos encontrar:


  • Adenosina: es un compuesto químico que contienen todas las plantas de la familia del ajo, como las cebollas, puerros, etc. Es responsable de dar fluidez a la sangre.

  • Ajoeno: es otro de los compuestos químicos que tiene capacidad de ayudar con el anticoagulante y que, además, reduce los niveles de colesterol LDL.

  • Alicina: este componente es el principio activo estrella del ajo. Tiene un gran efecto antibiótico, aumenta las defensas, previene las úlceras de estómago y favorece el sistema cardiovascular.

Pero, aparte de todo esto, también viene bien para:

  • Bajar la hipertensión porque es un poderoso hipotensor.

  • Regula los niveles de azúcar en sangre ayudando con la diabetes.

  • Mejora los cuadros de bronquitis y catarro porque ayuda a expectorar y descongestiona.

  • Actúa contra los parásitos intestinales.

  • Es diurético y depurativo.

  • Es un gran desinfectante porque ataca a los virus y bacterias.

  • Es vasodilatador por lo que ayuda a dilatar las paredes venosas.

  • Alivia el dolor.

  • Previene la arteriosclerosis.



Usos Culinarios. Qué hacer con el ajo


El ajo está considerado como el aromatizante imprescindible en nuestra cocina. Además, ocupa un puesto de honor en la elaboración de salsas de alta cocina.


Se usa en muchos platos, salsas, encurtidos y de todas maneras: fresco (ajetes), seco, deshidratado, entero, picado finamente, rallado, fileteado, y, en ocasiones, mezclado con aceite. Es muy típico hacer un majado con ajo frito y con el crudo con perejil, y se usa en muchos platos fríos, a la plancha o al horno. Da nombre a muchos de nuestros platos más famosos: sopa de ajo, bacalao ajoarriero, salsa alioli (ajo y aceite de oliva), etc. Se suele usar también con la carne, dándole un sabor inconfundible si maceramos la carne previamente con ajo. 


En muchas de nuestras recetas se tienen que freír los ajos. Nosotros recomendamos que el aceite no esté muy caliente ya que, si se tuestan muy rápido, aparece un sabor amargo. 



Cómo conservar el ajo


Los ajos pueden aguantar hasta un año. Lo mejor es  guardarlo en un lugar fresco, seco y con ventilación, para que no se enmohezcan y/o comiencen a germinar.


Si se separan los dientes, se pueden conservar los ajos sin pelar en un bote con agujeros o pelados en un bote de cristal en la nevera y cubiertos de aceite. Así conseguiremos un aceite aromatizado para usarlo como aliño en otros platos.


Los dientes pelados también se pueden congelar pero pierden sus propiedades culinarias.



Su mejor temporada


Los ajos se plantan a finales de otoño o a principios de invierno y se recolectan a los ocho meses, es decir, en los meses de verano



Curiosidades


  • En la Edad Media, el ajo fue elogiado como remedio eficaz de numerosas enfermedades.

  • Reduce los callos y las verrugas cuando se aplica en rodajitas a modo de crema.

  • Para evitar que el ajo repita después de las comidas, te recomendamos quitarle el germen central


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