Recetas:

Ensalada de invierno de calabaza con rúcula
Crema de calabaza

Calabaza

Ficha Técnica

Nombre / latín 


Calabaza / Cucurbita maxima 


La calabaza es el fruto de la calabacera y pertenece a la familia de las Cucurbitáceas. Esta familia comprende unas 850 especies de plantas, en su mayoría herbáceas, trepadoras o rastreras, que producen frutos grandes y con una corteza firme. Algunas frutas como la sandía y el melón, junto con hortalizas tan comunes como el pepino o el calabacín, pertenecen a esta misma familia.



Variedades


Las principales variedades son las calabazas de verano y las de invierno.



Las calabazas de verano suelen ser de piel clara, semillas blandas y se conservan poco tiempo. A este grupo pertenecen:


  • La calabaza bonetera: de forma aplanada, con 20 centímetros de diámetro y color que varía entre el blanco, el verde claro o el amarillo.


  • La espagueti: procede de Japón y tiene una forma similar a un melón de color amarillo. Su nombre se debe a que la forma de su carne cocida se separa fácilmente en hilos similares a los espaguetis.


  • La rondini: calabaza de forma redondeada, piel anaranjada y carne blanca o amarilla. 


Las calabazas de invierno suelen ser más secas, fibrosas y dulces que las de verano. Su piel es muy gruesa, lo que permite que se conserven durante más tiempo. Entre ellas se encuentran:


  • La calabaza de cidra: se conoce como calabaza almizclera o zapallo y es la más extendida en las zonas tropicales. Presenta una pulpa gelatinosa y de intenso color amarillo, debido a su elevado contenido en beta carotenos


  • La calabaza confitera: Suele ser de gran tamaño y se conoce también como calabaza de cabello de ángel por el producto que se elabora con ella. 


  • La calabaza china o calabaza de la cera: es una variedad de forma ovalada o alargada, con aproximadamente 6-8 centímetros de longitud. Forma parte de la dieta de los asiáticos y se caracteriza porque su corteza, una vez madura, adquiere una apariencia cerosa.



Origen 


Algunas fuentes afirman que su origen podría estar en América, pero parece ser que la calabaza es una hortaliza originaria de Asia Meridional. Numerosos autores antiguos citan la calabaza en sus escritos y se sabe que su cultivo ya se producía entre los hebreos y egipcios.


En un principio, la calabaza se cultivaba para el aprovechamiento de sus semillas más que para ser consumida. Esta costumbre fue desapareciendo a medida que surgieron variedades con más pulpa y sabor más afrutado.


Su consumo se extendió desde Asia hasta América Central y a partir de allí llegó tanto al sur como al norte de este continente. No fue hasta el siglo XV cuando los españoles introdujeron la calabaza en Europa, donde se propagó principalmente en los países de clima más cálido.


En la actualidad, la calabaza se cultiva en terrenos cálidos y húmedos de todo el mundo.



Valor nutricional y propiedades


El componente principal de la calabaza es el agua, lo que, unido a su bajo contenido en hidratos de carbono y a su casi inapreciable cantidad de grasa, hace que sea un alimento con un escaso aporte calórico.


Es una buena fuente de fibra que ofrece valor de saciedad y mejora el tránsito intestinal por la alta presencia de mucílagos, los cuales tienen la capacidad de suavizar las mucosas del tracto gastrointestinal.

En relación con las vitaminas, la calabaza es rica en beta-caroteno o provitamina A y vitamina C. Presenta cantidades apreciables de vitamina E, folatos y otras vitaminas del grupo B tales como la B1, B2, B3 y B6.



Usos culinarios. Qué hacer con la calabaza


La pulpa de la calabaza se puede consumir tanto cruda (picada fina), en ensaladas, entremeses o bocadillos, como cocida en purés, cremas frías, como la vichyssoise o cremas calientes, frita, rehogada y/o al horno


¡Ojo! Cuando la queramos cocer os recomendamos no cocerla más de 20 minutos si no quieres que se deshaga totalmente. 



Cómo conservar la calabaza


Una de las mejores formas para conservar la calabaza entera, sin abrir, es guardarla en un sitio fresco y oscuro, protegiéndola del calor, frío y luz. La temperatura ideal sería entre 10ºC y 16ºC, ya que pueden durar hasta seis meses bien conservadas. Una vez cortadas en porciones, lo mejor es protegerlas con film de plástico y dentro de la nevera. 


Si está cocinada la podemos conservar en la nevera o en el congelador. 


Para congelarla te recomendamos escaldarla, ya que si no se cocinan o no se escaldan, al descongelar la pérdida de humedad será mayor y hará que tengamos una calabaza de consistencia muy rara.



Su mejor temporada 


De marzo a diciembre.



Cómo cultivar la calabaza 


La siembra de la calabaza suele realizarse a primeros de marzo, retrasándose a abril o mayo cuando el tiempo es algo frío. Para facilitar la germinación de esta planta es recomendable envolver las semillas en un paño mojado unas 24 o 48 horas antes de sembrarlas. 


La siembra se hace a golpes en el terreno, poniendo 5 o 6 semillas en cada golpe. Más o menos contaremos con 5 kilogramos de semillas por hectárea sembrada. 


La temperatura del suelo debe ser superior a los 15 grados en el momento de la siembra. Si no fuese posible alcanzar esta temperatura, es mejor retrasar la siembra algún tiempo.

Se puede sembrar también en semillero, al aire libre, en túneles o en semilleros cubiertos. 


La calabaza no es una planta muy exigente en humedad del suelo, pero reacciona muy bien a los riegos. Sus necesidades en agua van en aumento a medida que el fruto va creciendo hasta alcanzar su estado final. Hay que tener en cuenta que si la siembra se ha hecho después de un riego o lluvia, no hay que volver a regarla hasta la formación del primer fruto.


Recolección: el tiempo que transcurre desde la siembra hasta que se puede recoger, depende de la zona, es de 4 meses. Para que las calabazas sigan produciendo es necesario cortar los frutos antes de su maduración total.


Los frutos deben conservarse en lugares frescos, ¡pero cuidado! Los frutos estropeados por golpes, heladas o enfermedades deben ser quitados antes de que estropeen los de alrededor. 



Curiosidades


  • En 1584, cuando el explorador francés Jacques Cartier visitó la región de San Lorenzo, descubrió lo que se llamaron “gros melons”. El nombre fue traducido al inglés como “pompions”, que evolucionó hasta la palabra “pumpkin“, que es como se llama en inglés hoy en día. Otras fuentes nos dicen que “pumpkin” procede de “pepon”, el término griego para denominar a un melón grande.


  • Existen concursos mundiales de calabazas gigantes. La calabaza más pesada llegó a alcanzar los 824,86 kilos y fue presentada por Kelsey Bryson de Ormstown, Quebec (Canadá) en el Festival de Calabazas del Condado Prince Edward el 15 de octubre de 2011 en Ontario, Canadá.


  • Soñar con calabazas es de mal augurio, ya que nos avisa de dolencias varias, especialmente si la persona que ha soñado es un campesino o un granjero. Si la calabaza aparece en el sueño seca o podrida, señala pérdidas. Si está verde o no está madura, nos habla de envidias de competidores o rivales en los negocios. Sin embargo, si soñamos con calabaza dulce, nos avisa de un mejoramiento en todas nuestras actividades.


  • En la Antigua Grecia se creía que la calabaza apagaba el deseo sexual. En la Edad Media, la iglesia recomendaba emplear pepitas de calabaza durante las oraciones para alejar los pensamientos pecaminosos, e incluso se creía que masticarlas servía para conservar el celibato. 


  • Debido a su relación con lo inmaculado y puro, durante el siglo XVII tenía relación con el desaire y esto se extrapoló al contexto del noviazgo. En algunas áreas rurales de Cataluña se acostumbraba a invitar a cenar a los pretendientes que no fuesen de la zona. Si al novio se le ofrecía fuego para el cigarro, era una señal de que el noviazgo era bien visto, pero si se le ofrecía un plato de calabaza para comer, significaba que el mozo no era bien recibido y tenía que marcharse. De ahí proviene la famosa expresión “dar calabazas”.


  • Con este alimento se han creado históricamente instrumentos musicales como maracas, sonajeros, cascabeles o carimbas.


  • En Italia, la mermelada de calabaza se recomienda para la merienda de los niños, personas convalecientes o ancianos, ya que es muy digerible y beneficiosa para el intestino.


  • Las flores de calabaza son comestibles. Se pueden comer crudas en ensaladas o cocinadas con otras verduras.


  • Nada se desperdicia de esta hortaliza, pues sus tallos y hojas se emplean también como alimento para aves y otros animales. Tienen tanta fibra como la mayoría de los cereales.

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