Recetas:

Crema de puerros con espárragos
Hojaldre de puerros
Pastel de puerros con tomate
Puerros gratinados con queso Idiazabal
Empanadillas de puerro con queso y cebolla

Puerro

Ficha Técnica

Nombre / Latín

Puerro / Allium ampeloprasum var. porrum 

Esta verdura forma parte de la familia de las Aliáceas, al igual que la cebolla y el ajo. 

La planta del puerro tiene tres partes: 

  • La vegetación, formada por hojas largas y algo planas. 
  • Un pequeño bulbo blanco y alargado. 
  • El sistema radicular.

La parte aprovechable es el fuste: el trozo blanco y alargado. 

Un puerro suele tener cerca de medio metro de altura, pudiendo llegar a alcanzar un grosor de entre tres y seis centímetros. 

Origen

No existe ningún dato que certifique el origen de esta planta, ya que nunca se encontró en su estado salvaje. No obstante se cree que procede de tiempos de los celtas, concretamente de las zonas de Mesopotamia, Egipto, Turquía, Israel, etc. hacia el 3000 o 4000 a.C. 

Los romanos la utilizaban en la cocina. Además, se dice que el emperador Nerón era un apasionado del puerro y que lo consumía en infinidad de sopas. 

Su nombre se asoció como ajo de oriente y se usaba en guisos de cocina y en medicina. En la Edad Media su cultivo se extendió por Europa y de ahí al resto del mundo. 

Es en ese tiempo cuando desarrolla un creciente interés, ya que se empezó a utilizar para paliar el hambre de la época y las numerosas pestes y epidemias que se desencadenaron. 

En España la zona donde más se cultiva es el norte. 


Valor nutricional y propiedades

Su componente mayoritario es el agua que, unido a su bajo contenido en hidratos de carbono, convierte al puerro en un alimento de escaso aporte calórico. Además, presenta una cantidad importante de fibra y de algunas vitaminas y minerales. 

En cuanto a su composición en minerales, destaca su contenido en:

  • Potasio. Es un mineral recomendable para el sistema nervioso y para el músculo. 
  • Magnesio. Ayuda con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, además de con los huesos y dientes. Mejora la inmunidad y posee un efecto laxante.
  • Calcio.
  • Hierro.

Además, el puerro es una buena fuente de folatos y también aporta vitaminas C y B6. 

¿En qué ayuda cada uno?

  • Los folatos ayudan en la producción de glóbulos rojos y blancos y en el sistema inmunológico. 
  • La vitamina C tiene acción antioxidante que ayuda en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos, además de favorecer la absorción del hierro en los alimentos y aumentar la resistencia contra las infecciones.
  • La vitamina B6 actúa en el metabolismo celular y en el funcionamiento del sistema inmunológico. 

Usos culinarios. Qué hacer con el puerro

Esta verdura se usa a menudo en sopas y cocidos. 

En nuestra cocina existen varios platos que incluyen el puerro entre sus ingredientes. El más famoso es, sin duda, la porrusalda

¿Qué es la porrusalda?

Una especie de sopa, en la que el puerro es el ingrediente principal (porrusalda es literalmente sopa de puerro en euskera).

En otras gastronomías también aparece como ingrediente principal: en el waterzooi belga, en diversos platos franceses, como el vichyssoise o el mirepoix o en el leek soup de la cocina galesa. 

¿Sabes para qué usar su parte verde?

  • Para caldos y/o fumet. 
  • Para hacer crujientes. 
  • En crudo, para aportar frescor a guisos de carne. 


Cómo conservar el puerro

Una vez en casa, hay que cortar el tallo en sentido longitudinal y lavar las hojas con agua. Además, hay que separarlas una a una para poder eliminar la tierra que queda entre ellas. Los puerros se mantienen en buen estado dentro de la nevera, pero una vez cocinados hay que consumirlos en pocos días ya que, de lo contrario, pueden resultar indigestos. Los puerros congelados duran alrededor de tres meses. Se recomienda cocinarlos sin descongelar debido a que su textura empeora y pierden sabor. 

Su mejor temporada

Otoño, invierno y primavera.

Cómo cultivarlo

El puerro se adapta a diferentes rangos de temperatura, pudiendo encontrarse tanto en invierno como bien entrado el verano. Aun así, existen variedades adecuadas para cada época del año. 

Es una hortaliza que se desarrolla mejor en suelos fértiles, frescos y sueltos, pero también admite cierta salinidad. 

Antes de la siembra conviene incorporar compost maduro y rotar después de un cultivo de leguminosa, como el de las lentejas, por ejemplo.

Son plantas bianuales y su cultivo es anual. Un gramo de semilla contiene entre 350 y 400 semillas. Se plantan a uno o dos centímetros de profundidad, con una distancia de diez a quince centímetros entre plantas. La duración del cultivo es entre cuatro y seis meses. 

Es un cultivo muy fácil de cuidar. Hay que escardar con la azada y oxigenar la tierra, regándolo por inundación una vez por semana en verano. 

A lo largo del cultivo, a medida que los puerros van creciendo, se les aporca la tierra haciendo más altos los camellones. Así, se consigue aumentar la porción blanca de los puerros y alargar el periodo de recolección al estar más protegidos de las heladas. 

Se suelen cosechar cuando alcanzan los quince a veinte centímetros de largo. 

Si tienes una huerta familiar puedes envolver el tallo con cartón o papel de periódico unas dos semanas antes de su cosecha. Además, se pueden ir cosechando y consumiendo pequeñas cantidades. 

Curiosidades

  • El puerro, al igual que el ajo y la cebolla, era un alimento conocido por los faraones. De hecho, en el interior de algunas pirámides existen jeroglíficos donde se indica que los esclavos encargados de construirlas consumían puerros habitualmente. 
  • Es el emblema heráldico de Gales. Según cuenta la leyenda, en la batalla de Heathfield, que enfrentó a galeses y sajones, el rey de Gales pidió a sus soldados que llevaran puerros en sus vestimentas con el fin de ayudarles a distinguir al enemigo. Desde entonces, el puerro se convirtió en símbolo nacional de Gales. 
  • Es eficaz contra las hemorroides. Hay que hervir medio kilo de puerros en cinco litros de agua, incluidas las hojas verdes. Con esta cocción se prepara un baño diario (lo más caliente posible) durante ocho días, antes de acostarse. A medida que se nota mejoría se van espaciando los baños.
  • El zumo de puerros, mezclado con leche, se utiliza como loción contra el acné facial. Mezclado con miga de pan sirve como cataplasma para aplicar sobre forúnculos, a los que hace madurar rápidamente.


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